jueves, 1 de diciembre de 2011

Soneto XXI

Patricia Martin

Repercute tu llanto en la memoria
y me llena en angustia de repente,
con dolor en la lágrima caliente
que murió por las ansias de victoria.


Sólo viento quedó de aquella gloria
como pájaro ciego en canto ausente
que no pudo alcanzar mi alma silente
en arreglo al destino de tu historia.


Y me siento culpable por no amarte
ignorando tu dejo de ternura
y mi vida que sigue sin mirarte


en la llama donde ardes sin hartarte
tal que fuego quemando la llanura
te condena, y no busco consolarte.

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